EPIca cataLEPSIA

¿Acaso crees que jugar con navajas fue lo mejor que pude aprender de ti? Por mucho tiempo confié tan ciegamente en las mentiras que aprendí contigo que creí que podía vivir tranquilo ocultando mis penas detrás de este rostro sin expresión. Que algún día alguien podría entenderme como yo te entendí a ti... pero sabes, las personas no entienden de tristezas mudas.

Odio salir espantado cada vez que alguien sonríe... porque extraño sonreir. Y odio haber aprendido a huir del cariño... a ser tan difícil de querer como tú.

Sé que tu maldita enfermedad no te dejará ver con cuánto daño tuve que cargar, y lo peor de todo es que nunca te darás cuenta de que aún así me he pasado los veinticinco años de mi vida defendiéndote, sin haber dejado de quererte ni un sólo instante. A pesar de que yo siempre intenté llenar tu soledad y que tú me ignoraste.

Ahora que el tiempo le puso barba a éste alma de niño... puedo decir que ya nada de eso importa, y que no hay nada que perdonar. Pues aprendí a jugar con demonios más crueles que me enseñaron todo lo que no pude aprender contigo.

[ recuerdo que a los cinco años soñé que te comía ]

tanto humo
tanto alcohol
tanta ira
tanta saliba
tanto miedo a perderte al ver la sangre desparramada

me hicieron lo que soy ahora
y le agradezco al universo por eso

...

siempre pensé que lo era todo
tu silencio
recuerdo que inventaba las palabras
imaginando recibir ese abrazo que jamás me diste

ver tanto llanto bajo la escalera
esa mezcla enferma entre lágrima y alcohol

pasé toda mi vida intentando descubrir
cuál era el misterio que había detrás de todas tus lágrimas
te robé la soledad por un momento
la repliqué y la hice mía

obedecí a todas sus reglas
y aprendí a vivir con ellas

ahora soy como tú
y ahora que te entiendo
te odio infinitamente más por eso
y te quiero infinitamente más por eso